Locura radioactiva

     El oscuro ocaso de la noche se hundía cada vez más en aquel humo sin miserias que dejaba aquel día de primavera en el cual el amor no preponderaba ni correspondía a la época, donde el olor nauseabundo de las orejas de algún paisano respiraba sobre los acantilados de este infierno de soledad en cual hundido me desdiche a decirte la verdad que había dentro de aquel día de locura, como el de hoy, en el que no tenía un rumbo fijo y comprendí que escribía por inercia de tener algo en mi mente, que te hacía estar prensente, como siempre estás vos, y cuando todo se pone meloso hay que tirarse un lindo pedito para cortar la situación esa que condice con el olor a habano repiqueteado por cada uno de los pasajeros del tren que alguna vez te vio nacer bajo el regazo de tu pecho.
     De repente el sol abrió y senti nuevamente el olor de aquellas noches donde solamente escuchaba quejas, rencores, dolores, quejas, rencores, dolores, quejas, dolores, rencores y donde el tema del día era la repetición silofonica de dolores rencores quejas y llantos. Cuando le agregas algo al agregado además de lo que estaba se llama IVA, yo iba a salir, yo iba a comer, yo iba a la facu, hoy en día todo está influenciado por IVA, y ese 21% duele tanto como entregar tu alma al diablo, o entregar tu pene al cortapapeles, o cortarse las manos con un papel, o cortarse las uñas con un plátano, o que se yo, meterse el mouse en los sobacos y después ver si el laser sigue brillando, ¡No me vas a decir que nunca lo hiciste!, You are out man.
     Que te pasa me preguntaste sin saber que estaba escuchando un tema que no tenía ganas de escuchar pero te dije que si porque era mi única escapatoria a tu charla infinita que me quemaba tanto los pelos, como la profesora de historia de 3º, que no sé si te quemaba los pelos pero tenía bigotes ¡tenía!. Me fui un poco de libreto, un libreto impuesto por mi mismo, es lo bueno de autoescribirse y que lo lean todos, que vos pones lo que querés, cuando querés, donde querés y no precisas explicarle a nadie porque, donde y cuando lo pusiste, porque nadie te va a pedir una explicación de algo que escribiste, y si te la pide le decís ¡Correctoooooooo!, y todos se rien de que imitaste a Susana, y encima sos rubio, cartón lleno safaste de otra charla insoportable de un organismo con el cual nunca tuviste ganas de hablar.Vos mismo.
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lírico irónico
El todo incompleto

     Como empezar un texto que jamás debería terminar, como terminar una canción que jamás debió ser inventada, como mirar un espejo que nunca brilló, como saber si el oro es oro, la plata es plata y mi vida es tu vida. La ironía es el arma fundamental del ser humano, con ella podemos llegar a lugares jamás explicados, el delirio con ella va de la mano, y aunque parezca que ultimamente rimo mucho y ironizo poco, es porque tal vez descubrí en ella un momento de pausa, un segundo de respiración, de darle a la mente vía libre para pensar en otra forma, siempre respetando la fiel y útil palabra irónica. Tal como la vida son momentos, los sentimientos son momentos, los momentos son ironías que nos llegan al corazón un segundo de nuestras vidas y después se van con su más dulce sentido, dejándote a vos, a tu alma y a tu corazón la peor parte. 

     Ya no sé si el texto merece tener tres largos parráfos, ya no sé si estoy escribiendo por inercia, ya ni miro las teclas de lo gastadas que están de tanto pegarle al ctrl+alt+sup. No leo textos, no miro cine, no oígo comentarios, no dejo que nadie entre en mi lirica, le falta chispa le falta sentido, le falta rumbo, le falta sentido. Quizás no era el momento de escribirle a la lírica irónica y era el momento de guardar en el cajón de los recuerdos el suave gustito de una Ironex, bien helada. El viejo cuento chino de que lo de antes era mejor, ya pasó, aunque te digo algo hermano, los chinos tenían razón.

     Porque no dejar a la razón decidir si un plato de lentejas es mejor que un pedazo de dulce queso, porque no dejar al corazón ver que el colesterol es algo que pasa por la ahorta todo el tiempo, porque no dejar a los oídos oler el dulce sonido de los autos cagandose a bocinasos cada santo día de esta vida. Porque no dejar que todo pase, porque no dejar que todo sea dejado por quienes alguna vez nos dejaron a mitad de camino, porque después nos preguntamos quien nos enseñó a hacer las cosas a medias, y si fuiste vos. Quizás deba volver a leer la definición  de ironía....

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lírico irónico

Este es el aguante