En la soledad de la noche ruego volver a verte, volver a ver esas caras lluviosas en un día de invierno frío donde las hojas de aquel otoño ya se habían esfumado como una suave brisa de otoño. "Suerte de encontrarte alguna vez y sentir que para casi todo hay solución", palabras más, palabras menos, frases que en su composición cuasi-perfecta le dan el sentido que mi vida necesita, el color de los sueños. Un color ya desmatizado por esas caras que responden más a mis gritos de dolor, un dolor que hace ya tiempo no es tal, que hace ya tiempo supe transformar en cicatriz, una cicatriz que a veces es atravesada por el suave murmullo de tu voz, pero como dijo un poeta todo lo que entra tiene que salir.
"Hay que salir del agujero interior", poner la mente en frío, calentarse los piés y a otra cosa mapolosa. Cuando los días se acortan y cada ser viviente cree tener la razón es cuando nosotros debemos congelarnos, no intercambiar discursos inservibles con seres poco morales, no gastar nuestro valioso reloj de arena en ladrillos de barro. Pero es muy difícil de entender cuando la diversidad del mundo nos hace apuntar a un centro fijo, y si nosotros nos concetramos en el mismo, nos daremos cuenta que no es tan fijo y que no es tan nuestro. GLO-BA-LI-ZA-CIÓN.
Me sobra un tercer párrafo porque creo haber expresado cada uno de mis sentimientos encontrados en una noche sin delirio, sin alcohol, sin vicios, sin nada. Pero siempre la nada tiene ese no sé que, que te deja en la boca ese gusto a no sé donde, porque sabés que algo va a pasar no sé cuando, en el medio de tu culo(excuse me). Esta vida es tan rara, es tan meláncolica, es tan monótona, es tan tan...por eso uno debe de saber que el primer parte médico ¡También puede ser el último!. También es bueno saber que un muerto que no habla murió entregando su dote más preciado porque como todos saben, el que calla otorga.

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lírico irónico