Es siempre lo mismo

A veces la mente se cierra en un lugar que sabe que es inalcanzable pero la propia tozudez del corazón es la que te lleva a insistir. Te lleva a ver fantasmas donde no los hay, a ver "relaciones" donde no las hay, a ver cosas que no son, en fin una pincelada del mundo actual. Te encerrás tanto en tu mundo que no ves hacia afuera, crees tanto en vos y "que nunca te alejes de mi" que terminas con esa sensación de pertenencia que te destruye cuando termina. Lo propio es lo que mata, lo que te complementa es lo que te fortalece. La posesividad destruye mundos completos y más aún cuando uno se cree dueño de la verdad, una verdad propia e intermitente. Al final la diferencia entre el cielo y el infierno es una capa de tierra, y irónicamente somos enterrados en el infierno para ir al cielo.
No importa cuanto la luches, cuanto la pelees ni cuanto te esfuerces cuando algo depende del otro, porque si ese complemento no estuvo la primera vez, no estará nunca. La primera vez es la que importa, es la que te marca el camino, la que te permite tomar la decisión, de ahí en más depende de vos y claramente no estamos hablando de comida. Pero es difícil, tan difícil, pero "siempre tuve un defecto no sé decir que no" y aprendí claramente a "No olvidar, Siempre resistir".
En fin, el destino es el que decide por vos siempre y aunque a veces he intentado cambiarlo ya está marcado, está marcado por algo que llamamos suerte, Sí "La suerte de encontrarte alguna vez y saber que para CASI todo hay solución". Mi suerte y yo, no necesitamos éxitos, a nosotros nos gusta el camino más mediocre, ¿por qué? Por que es el más difícil, y como todo lo difícil vale tanto pero tanto la pena.


Quizás porque no soy un buen poeta
puedo pedirte que te quedes quieta
hasta que yo termine estas palabras.
Quizás porque no soy un buen artista
puedo decirte "tu pintura está lista"
y darteló, orgulloso, este mamarracho.

Quizás no soy un buen soldado
dejo que ataques de frente y costado
cuando discutimos de nuestros proyectos.

Quizás porque no soy de la nobleza
puedo nombrarte mi reina y princesa
y darte coronas de papel de cigarrillo.

Quizás porque no soy un buen comerciante
no pido nada a cambio de darte
lo poco que tengo: mi vida y mis sueños.

Quizás porque no soy nada de eso
es que hoy estás aquí en mi lecho.



Si mi ironía falla, vaya eso ya no importa.


Quizás porque.
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Este es el aguante