Todo cambio, implica un cambio

Todo cambio implica un cambio. Todo cambio nos entrega un futuro incierto, ¿incierto?. Incierto es cuando no sabemos lo que queremos, no sabemos porque luchamos y no sabemos a donde queremos llegar. Los cambios son buenos siempre y cuando mantengamos la esencia de lo que somos, nuestra propia esencia del corazón.
Hay lugares que nuestra inmensa e infinita vida jamás lograremos rozar ni con la punta de los dedos, ni siquiera pensar en acariciarlos, esos son los infinitos inalcanzables a los que le tenemos que poner un punto determinado y definir la indeterminación. No siempre lograremos todo lo que queremos, pero siempre lucharemos hasta el final por alcanzarlo. Lograrlo es el infinito, luchar es lo imprescindible pero a su vez finito.
Aunque todo esto a veces es mentira, todo a veces es mentira ("al mentir hay verdad"), y a veces logramos tocar el infinito, sólo porque cumplimos nuestros objetivos o por que alguien nos hace ver más allá del horizonte. Y eso mi querido, es el infinito, lo inalcanzable, lo deseado, lo apreciado, lo querido y lo dorado de vivir en este lugar.
De repente ves una luz y entendés que lo infinito llego y está por llegar. Y quizás esté tan cerca que te hace temblar. Y esa sensación especial de presión, que cuando encuentra su válvula de alivio te hace entender la realidad. Y que lo que va más allá del fin es lo que realmente valió, vale y valdrá la pena.
Por lo tanto jamás hay que quedarse sentado esperando lo infinito, sino que hay que mantener las ideas y los sentimientos creando día a día algo finito.
¿Lo mejor? Lo mejor siempre está por venir.


Lírica irónica (Lírica...como un todo..no como una mujer;Flavio)
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Este es el aguante