Uno es una cosa, un lugar, una persona, un momento, un amor, un poco de libertad y otro tanto de responsabilidad. Algo anda bien, algo anda mal. Lo que nos representa nos pertenece, pero no siempre lo que nos pertenece nos representa. Algo nos ama, algo nos odia. Todo seguirá girando a pesar de que nos detengamos a mirar y esperar. Algo nos entusiasma, algo nos da miedo. La luz siempre ilumina la figura que se cruce debajo de ella. Algo queremos ver, algo queremos oscurecer. El viento despeja nuestras mentes de vez en cuando. A veces lo queremos oír, a veces hacemos oídos sordos. La noche, el día, la cena, el almuerzo, el sol, la luna, ¿la vida, la muerte?.
Todo tiene sentido si el sentido es sentido por el corazón. Toda palabra tiene su lugar en el diccionario, como cada persona tiene su lugar en el mundo. Todo esta donde ella lo desea, aunque quizás ese no sea el lugar que quisiéramos elegir. Todo es un desafío  todo es fácil, todo es difícil, todo es todo si el todo somos nosotros. El problema esta en nosotros y la solución también, y esa ambigüedad es buena porque nos lleva hacia la respuesta.
Uno siempre dependerá de otro aunque no lo quiera, uno siempre necesitará algo de otro, es imposible ser autosuficiente aunque se desee, y pensándolo bien esto destruiría nuestra existencia. Uno termina siempre convirtiéndose en cierta forma en una parte que no quiere ser, siempre tratando de que esta sea mínima y no nos cambie nunca. Por eso cuando uno dice "nunca cambies", en serio nunca cambies, lo que se lleva adentro es más importante que un mango y que cualquier idea de la cual no se está de acuerdo. Es bueno seguir ideales pero siempre hay que respetar los propios.

Flavio Novelli.