Eso que no todos ven



El tiempo nos olvida y nos pierde en el ínfimo momento en que alguien se olvida lo que la memoria siempre recordará. Detalles al azar que jamás pudiste olvidar, momentos que marcan parte de tu vida pero solo están en el centro, en tu centro de inercia al que muy pocos podrán llegar. Todo va, todo viene, todo vuelve menos los instantáneos momentos que nos revelan que esto no va a volver a pasar o si vuelve a hacerlo no será lo mismo. Las miradas de afuera solo miran y opinan, las miradas de adentro miran y sienten, esa es la diferencia entre un momento efímero y un momento eterno. Eso es lo que siente el que esta afuera pero observándose hacia adentro. A veces es muy difícil mirarse a uno mismo, sobre cuando se es perfecto.
Cuando todo muera, cuando todo se pierda, cuando nada sirva de nada, siempre los sueños estarán vivos, como el sueño de que en 100 minutos cumplieras 63 años, como el sueño de compartir esta vida siempre con la misma persona, en fin como el sueño con el que estoy mirando mi cama en este momento.
A veces cuesta aprender, sobre todo cuando uno sabe, y se complica más si no tiene quien le explique. Todavía es mucho peor cuando perdés el carnet de la biblioteca, más difícil aún es si es en pleno verano y hace 40 grados de calor, se complica pensar con tanta temperatura. Todo se torna mucho más complejo cuando das vueltas y vueltas sobre el mismo problema, y siempre pero siempre, por decimotercer Ley de Murphy, te falta un dato. Pero todo tiene solución, y es única, es declarar a cada persona, a cada sueño y a cada momento como un sistema compatible indeterminado (lo cual nos lleva a infinitas soluciones).
La Quilmes se va calentando y terminando lo cual significa que es hora de cerrar este capítulo de la noche, de terminar con este inculto momento, de finalizar con fea costumbre de tomar cerveza y arrancar con un buen y amado Fernet Branca.

"Como la tinta cuando sueño canciones"

F.G.N

0 Responses

Publicar un comentario

Este es el aguante