El olvido es la pastilla suicida

    Hoy no es un día más, no es un día más para mi, especialmente para mi, no solo por lo que pasó aquel 30 de diciembre de 2004 sino por otras cosas que no vale la pena escribir. Hoy hace 5 años se moría el sueño de 194 almas y con ellas todos nuestras ilusiones, todos nuestros sueños, un todo, porque los pibes no volvieron más. No olvidar, siempre resistir frase que siempre retumba en nuestro oídos pero que a veces no la hacemos ecos en nuestros corazones. Pero este año callejeros volvió a hacerme reír, volvió a darme la alegría que tanto esperaba, porque jamás me iba a esperar escuchar en un recital armar de nuevo, no volvieron más y otro tema que no recuerdo pero que me hizo sentir en la estratosfera. No podía creer que había esperado una hora para que saliera el pato y volver a sentir lo que sentí la primera vez, lo que siento siempre que escucho cada tema.

    Fue ahí cuando creí encontrar la llave y me di cuenta que siempre hay un poco más,  que ni la censura nos calló, que ni los guiños puedieron parar nuestra lucha, cada uno desde su lugar, yo acá, vos allá, otros allá arriba. Y esa lucha interminable por los invisibles por siempre es la que no tenemos que olvidar, es por la que hoy creo. Porque cuando sentís que el nudo aprieta más, es cuando tenés que buscar el ideal, es cuando la idea debe ser el sol, es cuando no olvido ni perdono. Por eso me niego esta noche a olvidar y sigo jugando en la brea de algún callejón, ¡Sí! mirando fijo bien al piso para rescartarse en la ocasión. Nada es imposible, y aunque hay gente que se muera ahogada de razón, en el fondo saben que no la tienen, que si no luchan por eso sueño que tanto quieren jamás van a poder sentir otro viento mejor.

    Fue hoy que comprobé que la angustia es prima de la desolación, pero sigo resistiendo porque en el fondo es lo que me hace aguantar la terrible presión. Por último no olvidar nunca una de las noches más trágicas del rock nacional, donde todos nos debemos unir por una razón y esa razón es pelear por los sueños que se hundieron allá, porque los pibes no vuelven más, pero con ellos se llevaron una parva de sueños, tus sueños, mis sueños, los de todos los que alguna vez fuimos a ver un recital de callejeros, no es necesario decir hoy lo que siento, no es necesario hablar de los caretas de siempre. 

    Todavía siento que se me sale una lágrima al recordarme en andas del paisa agitando una nueva noche fría, todavía se me pone la piel de gallina cantando creo, todavía siento cada letra como la primera vez que la escuche. Todavía mi corazón late cuando me hablan de callejeros, todavía me enojo si hablan giladas, todavía me resisto. Todavía me acuerdo del mejor cumpleaños de mi vida, todavía quedan tantas cosas para pelear. Pero la vida es un cristal, si tan frágil como mi destino, tan duro como este camino, pero que lo pienso seguir de pié, si loco siempre de pié. Hoy me doy cuenta que si me cansé de llorar fue porque en mis lágrimas no encontré salidas, por eso aguanto día a día lo que me toca, lucho por este sueño, y sigo las señales que el sonido de tu voz me depare, aunque hoy solo habla el silencio.

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lírico irónico

1 Response
  1. ricky Says:

    ¨Si me cansé del culo cerrar fue por el hambre,
    el miedo a la guerra y a la fría soledad¨...siempre de pie... firme loco


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Este es el aguante