Si la lírica falla, ESO YA NO IMPORTA.

La ironía de estar tan cansado y no querer irse a dormir, de derrochar energía aunque cueste un par de pelos y una que otra cana. Los días de la vida pasan uno tras otro como cual hojas cubren las calles otoñales, dándole un colorido a marronesco (por no decir a mierda) a las frías calles de Olavarría. Pero aunque recorras cada calle, cada sitio, cada lugar no vas a encontrar lo que buscás, porque generalmente eso que querés está donde no lo ves, donde menos lo pensas, donde no lo podés tocar, ni siquiera acariciar. Y por más que maquilles un par de frases al azar dándole el tono de que las estrellas brillan en mis ojos y que allí veo tu reflejo, siempre será la misma mierda una estrella brillantezca. Es por eso que las cosas que alguna vez quisimos, que alguna vez tomamos como propias, hoy no son nuestras porque se gastaron, porque nos las robaron, porque las perdimos y porque tal vez ya no las queremos.
Quizás buscándole un sentido a cada paso avanzando y cada kilometro retrocedido jamás le sepamos que nos pasa. Nunca sabremos si el universo gira a través nuestro, o nosotros a través de él, porque quizás nosotros somos el centro o quizás el punto medio de las cosas es imposible de encontrar. Tal vez los sueños sólo sean sueños, pero hay algunos que creemos que los sueños son realiadad y la realidad es un sueño. ¿Y por qué creemos en ello? por que la realidad nos lástima tanto, diariamente, que preferimos tener un mundo de fantansia donde hay duendes, estrellas, lunas, puertas, ventanas. A veces volamos, literalmente hablando, y muchas otras lo seguimos haciendo y ya no hay nada de literal. A veces una pizca de alcohol, otras una pizca de viveza, alguna que otra un rato de ironía pero muchas otras una locura tan cuerda que sorprende hasta al más eficaz de los creyentes.
Por eso hay pequeñas cosas en la vida que te sorprenden, muchas otras veces te golpean, tantas otras te dejan anonadado. Pero siempre hay que tener una visión hacía el infinito, vivir el hoy, pero no olvidarse que hay un mañana, hoy comés como rey tal vez mañana estés tirado en rincón como un pobre vagabundo. Todo va y viene, más va que viene, gira y gira, cobra vida y vuelve a empezar. La vida es como una eterna soledad rotativa, donde el principio es la compañía de un te quiero que no llega ni a los talones. El fin no es el fin, el fin es el principio de una nueva eternidad, esa eternidad que muchos queremos saber como será y tantos vagando en la ignorancia sólo piensan que todo es una rueda que gira por inercia. ¡Sin una piedra en los zapatos es difícil darse cuenta que se está caminando!.

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lírico irónico
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Este es el aguante