Tus ojos se llenaron de lágrimas aquella mañana en que me dijiste que de mi ya no serías, mi corazón de papel se prendió fuego por la desdicha de tus miserables palabras. Hoy no encuentro el lugar donde aplazar a mi mente y mi corazón para no sentirme tan culpable de lo que nunca jamás hice, para no sentir tanto dolor, tanta bronca, tanta rabia, tanta ironía presentándose ante mi soledad que un día dejo de serla y al otro volvió a chocar con las garras de la pacha mama. Porque parece que el olvido es la solución a todos los problemas, parece que la ciencia se olvidó de esto de solucionar la amnesia que sufrimos, te olvidaste de avisarle a Dios que también existimos los que no creemos en él pero tenemos sueños y el mio era verte feliz.
El mundo está loco dicen por ahí, no lo creo, esto no es así, el mundo se está cobrando por los males que le hemos hecho, el mundo nos desgarra de pena y dolor para curar las heridas que nosotros mismos construimos sobre su corteza. Y hoy aprovecho mi soledad de turno para creer que el maldito terremoto es solo un espejísmo y no es un fiel reflejo de la sociedad de hoy, de mi, de vos, más de vos que de mi. Con mi mediocridad a cuestas, algo habrán hecho.
La razón es algo que nunca jamás podremos encontrar porque no tiene respuesta, pero la locura es algo que la razón no puede igualar y ni siquiera maniatar. Los minutos que alguna vez perdí pensado en como tu cuerpo se vería posado en mi cama ya solo son pasado, aunque el rumbo siempre sea el equivocado, mañana es tarde para decir yo no fui. No me pasa nada con nadie, no le tengo miedo a nadie, no me oculto de nadie pero si intento deshacer el hechizo de maldición que el viento trajo a mis oídos el día que escuché la palabra te quiero. Say No more.

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lírico irónico