Para que pelear por la filosofía de "siento, luego existo" para que seguir de pie ante tanta contra, para que esperar la revolución si nunca va a llegar, ¿por qué seguir peleandola a pesar de los golpes del corazón?. Porque somos una generación que no tenemos el más mínimo respeto por el sentimiento, por llegar hasta donde otros no llegan y porque todo nos chupa literalmente un huevo y la mitad del otro. La vida va más allá de llegar o no a donde todos quieren llegar pero pocos logran sobrevivir, va un poco más allá. Rozando la eternidad de las palabras y sin pensar en el que dirán se ve un cielo mucho más abierto, más dispuesto a cumplir con el obejetivo, más que objetivo un sueño, sueño que hoy como ayer sigue siendo una utopía y creo que siempre lo será.
A veces hacemos utópicas a cosas que no lo son, pero terminan siendo por miedo a perder tanto camino recorrido. Le tememos miedo al que dirán y sobre todo al ser rechazados. No queremos jugarnos por miedo a perder algo que hoy en día nos hace bien. Y tal vez el día de mañana nos arrepentiremos toda la vida por ser unos cobardes y no decir lo que pasa en ese momento único, porque se da una sola vez y obvio (PEDAZO DE PELOTUDO) no se va a volver a repetir.
El tren pasa una sola vez pero si no estás preparado o no te animás a subir no sirve de nada que le eches la culpa a los demás, porque eso si que es tu culpa y depende totalmente de vos. Pero, siempre hay un pero, tus miedos te matan, te van consumiendo, te degradan, te atrapan y te vuelven a convertir en ese ser que no entiende de razones y discute todo el tiempo sin razones solo para demostrar todo lo contrario a lo que le pasa. Y ese miedo a perder, y ese miedo a recibir un "no" como respuesta y con tantos miedos no se puede vivir. Es que a veces es mejor matener lo ganado hasta el momento, que intentar ganar más y perder todo.

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"El que no arriesga no gana" Dijiste.
"El que arriesga puede morir por amor" te dije.
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lírico irónico