¿Qué hay que entender?¿Qué hay que saber? la respuesta a todo siempre es más simple de la que uno busca, no necesita ni de un manual ni de una receta ni siquiera de una persona, sólo es mejor. A veces hay momentos en los que nos cuesta entender como cambian las estaciones del año, ayer fue invierno y tal vez mañana sea primavera pero siempre volvemos al invierno, un invierno tan frío y desolador pero con un infierno tan caliente y aterrador que a veces, sólo a veces, no me deja respirar. Cuando ese infierno es compartido o intenta serlo, uno tiene el 50% de soluciones a todos los problemas pero el 100% de posibilidades de perder. Aunque la costumbre hace que nos volvamos unos viejos conocidos en el tema y que sigamos entendiendo que cada derrota nos lleva a un futuro mejor, que cada bajón o cada roce con la capa volátil nos lleva un poco más cerca del cielo o en el mejor de los casos nos dé un pasaje directo al infierno, encantandor ¿no?. Ese infierno en el cual el alma está fría aunque el clima sea de verano. Y como todo efecto climatológico es difícil de decifrar.
Entender que, decifrar que, llegar a donde. A comprender algo más de lo que se quiere y un poco menos de lo que se desea, el deseo quizás sea placer pero ese placer será tan efímero que no llegará a ser querer. Ese querer que algún día puede ser amar, y ese amar que no tiene nada que ver con ir al mar. Mejor ponerle amor, ni mucho ni poco, es simplemente un término, nadie ama mucho a alguien, nadie ama poco a alguien, sencillamente se ama, se siente y me cansé de poner comas. Pero lo difícil es encontrar el término medio, el punto de la i, la mitad de la manzana moño azul, Bah lo difícil es encontrar el término sinceramente.
Todo es ida y vuelta, más ida que vuelta porque llega un momento en el que nos damos cuenta que vamos, vamos, vamos y vamos y chocamos, chocamos, chocamos y CHOCAMOS. Ese es el momento en el que hay que cambiar de vereda, en el que el rumbo fijo sin rumbo no tiene sentido. En donde la ruta no tiene destino, si alguna que otra parada, pero no ese destino fijo en el que puedas sentarte y ponerte a pensar cuan lejos estás del ideal. Ideal al cual no creo, ni quiero, llegar pero si al que debemos al menos intentar copiar, intentar entender e intentar desarollar. La vida no son solo instantes de gloria, la vida es futuro. Y si tu futuro se basa en un instante más vale decir que vida la vida (que vida pobre). Y a veces pasa que no sabés como cerrar el último párrafo, entonces tenés que recurrir a algún filosofo griego de la época colonial, y yo la verdad no tengo la más puta idea de ninguno. Por eso Cuando lo efímero se transforma en cultural, la vida se hace muy monotona.

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lírico irónico