La soberbia mata al hombre, ¿Y? ¿Qué esperás?

Sentiste la perdición en tus pies, sentiste que la estaca no podía llegar más hondo, bueno ese es el fin. Fin de la ironía, fin de toda causa común por la cual luchas, siempre que termina algo empieza otro algo, y coso y coso y más coso. Porque carecemos de lo que no tenemos y porque no tenemos de lo que carecemos, quizás porque es algo obvio. No tengo ganas de escribir pero si tengo mucha bronca acumulada, demasiada para mi gusto y cuando algo excede a la persona hay que dejarlo salir. Y cuando sale golpea y duele, va directo a la cabeza porque es difícil confiar y que no confíen, pero la vida es así un conjunto de idioteces que suceden en forma colectiva. Y en fin yo de que me quejo si yo tampoco confío.
Odio tanto ver tu sonrisa, la odio, la odio con toda mi alma y si esa mentira te hace feliz bien por ti. Dios donde me guardaste aquella ironía dorada de los viejos tiempos, donde me dejaste esa idea loca y remota de ir contra el mundo, ¿Dónde?. No hay respuesta aunque el chiste fácil de Marcelo siempre funciona, ¿qué Marcelo? agachate y conocelo. Hay cosas que nunca jamás van a cambiar pero aunque ya no sean portables en papel siguen existiendo en mi mente pero no en el mismísimo instante que las necesito, como que la mente se acostumbra a la vaga sensación de sentir en vez de disfrutar. Y es una ironía que alguien me diga cuando me vaya a vivir sola creo que me voy a comprar un animal porque entonces no vivirías sola, vivirías con el animal, o quizás la soledad no te deje entender que una mascota es la fiel compañía que necesitas (que necesito) para afrontar tanto aburrimiento instantáneo en la colina de la vida. Y si la cebolla te hace llorar, el ají te hace picar y la zanahoria te hace ver mejor porque no te pones una verdulería llamada gran hermano y a la mierda, ¡Qué vida real!


~Lírico Irónico#
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Este es el aguante