Yo vivo en la luna pero tengo los pies sobre la tierra. Hay momentos reflexivos que te llevan a entender que en la vida no hay que ser rencoroso sino ser "recordoso". Perdonar no es igual a olvidar, dolor no es igual a temor y que haya fuego no quiere decir que queme. Cuando las llamas arden todo es delirio, todo es pasión, todo es vida, todo es todo, pero nos cuesta comprender, bajar un segundo, y entender que ese todo algún día será recuerdo. Y ese recuerdo tiene que ser bueno porque si alguna vez rozamos la infinidad de su suave cabello es porque queríamos más que un beso efímero olvidado en una noche de alcohol.
Muchas veces me equivoco y tantas otras me vuelvo a equivocar, quizás sea porque soy una persona sincericida que no mide la consecuencia de la puñalada, pero si vas a matar (o morir) es mejor hacerlo sin sufrir. Ciertas veces te preguntas si es el momento indicado para volver a la ironía y tantas otras te sentís desolado por la fragilidad de tu mente pensando todo el día en tu mañana y no dejando ser el presente. Quizás cierta parte de eso sea historia en mi, la parte más importante al menos ha ido lejos y no volverá jamás, porque es así, perdón no olvido.
Simplemente el que es capaz de resumir en dos palabras como se siente es el que tiene la capacidad de decir "estoy mal" y sinceramente estoy demasiado bien como para decir estoy mal pero siempre cuesta mantener el equilibrio cuando se tiene una mente demente. Y muchas veces mezclo la primera persona con la tercera y hasta yo me confundo y no sé si hablo de mi, si hablo de la sociedad o si hablo de vos. Ciertas veces no vale la pena deterse a mirar ciertos detalles que no van a cambiar porque es perder el tiempo en algo que no va a llegar, y sino llega no existe, y si no existe es una cruel fantasia del destino, o quizas yo soy el que vive en esta eterna e infinita irrealidad que no me deja ver el horizonte. Quizás este demasiado enamorado....de la palabra infinito.