Será la bomba que llevo adentro la que está a punto de explotar y arrasar con todo lo que se le cruce en el camino o será simplemente un momento de furia hacia el yo mismo. Será que el egoísmo no me deja ver lo que tengo entre las manos o será que tengo las manos ocupadas en lo que no lo necesita. Seré yo el que merece el castigo o deberían ser los demás. Existirá la autocrítica o todo será culpa de otros. Será que estoy parado en el lugar correcto o solo soy una sobra más de este mundo desbastado por lo inmoral. Será esta parte de mi, la que odio con rencor, la que llegará a corromper más allá del acá y más cerca que el hoy. Si negarse a perder las cosas que uno ganó con tanto empeño es ser necio, torpe y no tener un dedo de mente, prefiero ser las tres cosas antes que perder lo que se daba. Total la etiqueta no hace al hombre, al hombre lo hace la esencia que tiene en sí mismo y con la cual va desde que nace hasta que se encuentro con la dichosa muerte.
No me interesa creer en Dios, no me genera apoyo moral en esta vida, no me interesa tener una estatua de porcelana a la cual rezarle, no hay santo que me de la mano, simplemente un papel en blanco que presta sus minutos de gloria. Ya somos lo suficientemente sabios e inteligentes como para comprender que hay cosas que no son verdad, y que jamás lo serán, por más que una mentira nos haga feliz y nos hago sentirnos "fuertes", un día caes y caes tan pero tan bajo que gritas "Dios que mierda hice para merecer esto" y he ahí cuando sos castigado por la divinidad de tu propia mente, nadie nos castiga nosotros vemos figuritas de colores donde no las hay, somos un holograma de nuestra propia mente cayendo en el vacío eterno.
Y quizás el tercer párrafo ya me encuentro en paz y más tranquilo después de desnotar a diestra y siniestra mi amor por los perros. Y son aquellos delirios los que te sacan una sonrisa y te permiten vivir ironizando sobre cualquier cosa, por no decir cualquier pelotudes. Hoy en día cualquier pelotudo opina de lo que se le canta, cualquier hombre inocente va en cana y cualquier gil tiene un blog que se llama lírica irónica, pero lo que no saben esos giles es que tarde o temprano todo se paga. Sí señor se paga, y a vos te digo, si ya sabés que te lo digo a vos tal vez deberías dejar de hablar con vos mismo y darle una oportunidad a la gente, sí a aquella gente que no es capaz de mantener la boca cerrada y aprovecha toda chance en su vida para desfenetrarse, sí ¡a aquellos!, ¡maldita ironía cuanta falta me hacías!. Por eso no siempre confíes en quién te da una mano porque puede ser que termines más manco que el Perón.