Insisto que no existo.

El tiempo y la distancia todo lo destruyen. Tengo algo en mi garganta que no sé que es, no sé que me pasa, no sé donde estoy, no sé quien soy, nada llena mi alma en este momento y no comprendo la razón de seguir o no. No estoy mal ni estoy bien, no estoy, siento que algo me falta, que una parte de mi me llama a gritos pero no sé de donde vienen esos gritos, en donde buscar, en donde buscarte, no sé si seguir tirando mi vida a la suerte o apostarla en una vuelta de ruleta, es la misma mierda. Nadie tiene la respuesta, nadie sabe nada en esta vida y si la ignorancia es un perro fiel pues más vale fidelidad que andar con un gato barato. Me cansan, me sacan, no me interesa que les guste mi estado de facebook, no me interesa que sepan como me va en la facultad, no me interesa nada, el sin sentido es el sentido del hostil sentimiento de la vidriosa noche sin espejos.
Entender que en el infinito punto del espacio donde estoy parado es un lugar al nunca jamás el insistente mundo que me atormenta llegará a arrasar con las bastas palabras del olvido donde ya no sé ni en estrofa poner mi silencio. No encuentro el justo instante donde perdí tu murmullo y tampoco el mismísimo momento donde encontré tu olvido, no veo donde está el vino ni siquiera sé donde está el pan, no sé si creerme esta mentira o seguir viviendo de fantasía. Veo el final muy cerca y a la vez quiero que este lejos pero a su misma vez cuanto más cerca esté menos tiempo para pensar en la respuesta tenemos, y cuanto menos tiempo menos morimos y cuanto menos morimos más tiempo y así excesivamente absurdo es el tiempo y el color de tus ojos.
A veces el mundo gira y nosotros permanecemos quietos, a veces nos hablan y nosotros no escuchamos, a veces estamos tan paralizados en este mundo maravilloso que no alcanzamos a ver las pequeñas cosas que iluminan el camino. A veces no resignamos nuestro orgullo y nos volvemos presos de nuestra mente. A veces miramos a los ojos y cosechamos una sonrisa, y muchas otras no cosechamos ni siquiera una mirada. A veces es más fácil creer que uno llego a la cima, que saber que realmente ese es el piso.


Estamos solos, me dije, y te advierto
de nada sirve mentirse a uno mismo.


~Lírico Irónico#
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Este es el aguante