Ni tanto, ni tan poco.

Te está lastimando la indiferencia del mundo ante vos, te está desarmando en mil partes y destrozando poco a poco, entonces es el momento de cambiar. Yo mientras tanto no me canso de luchar por lo imposible, sigo peleando día a día para encontrar esa parte de mi que ya no sale corriendo a buscarte (quizás se note una mezcla de canciones en mis frases). Estoy tratando de olvidar, ¡perdón! tratando de acomodarme al momento de resignación que te ve vacío en una noche siniestra de sábado. Pero dejemos el orgullo de lado y veamos el vaso medio lleno, porque lo está, eso sí todavía son las 23.11, a las 6 no me pidas que siga viéndolo igual porque ya no estaré con la misma cordura que en este momento que me llevaría a decirte que te extraño. Pero me resisto, me sigo resistiendo a cometer errores, por vos, por ella, por nosotros.
Los políticos siempre prometen lo mismo, prometen y prometen, discursos y más discursos, bla bla bla ¿y por casa cómo andamos?. Quizás y sólo quizás sea una costumbre que traemos desde casa, desde nustros origenes por eso seguimos apostando a la demagogia como forma de gobierno y no hablo de este gobierno, ni del anterior, ni del otro, hablo del gobierno de nuestras mentes bloqueadas por una invisible línea que no nos deja ver lo que tenemos delante nuestro. Tenemos capacidad, tenemos ahínco, tenemos rock, tenemos tantas cosas buenas y no las sabemos ver y demostrar. Nos vivimos tirando abajo de un tren, vivimos despreciando nuestros propios recursos cuando sabemos que son cosas valiosas pero no los sabemos demostrar. No nos encasillemos en un casillero porque sino nunca saldremos de una casilla, es decir no tengo la clave para este crucigrama pero si un par de letras desordenadas para que tus dulces oídos no me extrañen por tanto tiempo ¡Mi amor!¡Mi perro amor!
La verdad que mi ignorancia me hace dudar si al terminar una oración con un signo de exclamación debo usar un punto, yo creo que si, pero no lo haré para demostrarle al mundo mi rebeldía extrema. Y si pinto el cielo de violeta a quien carajo le importa, si al psicologo le dije que mi auto era el que venía atrás para que no crea que soy soberbio y el me quizo decir que tenía complejo de inferioridad. A veces al astucia te engaña, porque te anticipas a cosas que te llevan a algo peor que dejarlas simplemente pasar, porque así es mejor, es más fácil e incluso no hay que pensar, pero ojo no se dejen engañar por los murmullos de los versos USEN FORRO. Sin duda me siento mejor que hace un par de días porque dejé de lado una parte de mi que no quería dejar y obviamente no es la pornografía. Quizás en este final mi ironía se confunda con el sarcasmo pero yo soy parte de la sociedad y como tal vendo demagogia. Ni tan tan, ni ton ton.


~Lírico Irónico#
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Este es el aguante