Es increiblemente extraño, viste cuando te hablan y estás en otro lado, en otro momento, tocando otro acorde, estás pero no estás. Viste cuando subís y bajas, pero no reaccionas, viste cuando estás viendo el futuro antes que el presente, viste cuando tengo ganas de hablar con vos y no lo hago, no sé si viste. El ojo puede ver todo, todo lo absolutamente material que predomina el mundo pero en realidad es ciego. El ojo es ciego porque no puede ver, analizar, comprobar y descubrir lo que hay dentro nuestro, pueden ver mucho de "vos" pero poco de vos.
No podemos ver ese infinito punto de vos que me corrompe día a día, no encuentro el exacto momento para explicar lo que se siente pero a su vez no se siente. Lo que te duele y lo que te cura, ya lo dije ayer el veneno es parte de la cura. Pero un cura también es parte del veneno, un veneno que nos vende religión, un veneno que yo no me atrevo a probar. La fe se encuentra dentro de uno y en su propia existencia no en lo lejano del cielo donde las órbitas se cruzan y los asteroides chocan unos con otros produciendo que el paisaje se nuble y se haga imposible de observar. Esos son nuestros ojos cegados de razón pensando siempre en que lo imposible será posible, y en realidad es así, lo no legal es lo que te seduce.
Una mezcla experimental del cosmos me dice que en cualquier momento dos planetas van a chocar y que todo va a estallar, que la infinita galaxia será por un momento finita y el momento instantáneo será eterno. Lo viejo se hará nuevo de nuevo, lo anterior formará parte del pasado pero será una advertencia a nuestro presente, lo que paso no volverá a pasar y lo que se rompió no se volverá a romper (porque ya está roto). Pero para sus ojos será invisible, solo porque y porque solo, será visible en este mundo(mi mundo, nuestro mundo).